Por Clara Martínez Politóloga y periodista
Politóloga y periodista
políticamartinez.clara88@gmail.com
A lo largo de mi carrera como periodista tuve la oportunidad de realizar coberturas relacionadas a las reivindicaciones de las enfermeras y los enfermeros, quienes tienen un trabajo noble, que se sostiene con el amor al prójimo. Una vez estuve haciendo
notas a un grupo de enfermeras en el Hospital de Clínicas, que solicitaban mayor presupuesto para la Salud. En medio de la nota me sentí mal. Y me auxiliaron al instante.
La vocación de servicio que tienen es impresionante. Esa misma vocación necesitan con urgencia muchos de los políticos, para que implementen políticas públicas que mejoren el sistema de salud en el Paraguay.
Un dato reciente publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que en nuestro país contamos en pro-medio con 20 enfermeros por cada 10.000 habitantes. Estos profesionales están sobrecargados y muchos trabajan en condiciones precarias.
El INE indica además que el 86% son mujeres, que 11.667 son licenciados en enfermería; 1.265 auxiliares, 1.606 técnicos y por lo menos el 43% tienen un posgrado.
La carrera de la enfermería es reconocida en los discursos de las autoridades gubernamentales, pero el mejor reconocimiento que pueden tener los profesionales del área es el cumplimiento de los derechos laborales, que lamentable-mente suelen ser olvidados.
El nuevo gobierno de Santiago Peña representa una nueva esperanza para que se cumplan las reivindicaciones de este sector, que hace un trabajo duro y sumamente humano por los compatriotas que padecen de algún dolor, malestar o enfermedad.
Por ahí escuché una frase: “Las enfermeras son la hospitalidad del hospital” y realmente es así, porque en medio de tantas ne-cesidades, de tanto dolor, de tanta melancolía; las enfermeras dan un toque de amabilidad y humanismo, y se convierten en una fuerza transformadora.
Si bien, los desafíos de las enfermeras y los enfermeros son gran-des, para que al menos se cumplan con los derechos laborales, hubo algunos logros y avances, pero hay un largo camino que recorrer todavía. Y los objetivos podrán cumplirse con un trabajo conjunto y estratégico por parte de los gremios, que constituyen un grupo de presión y pueden incidir en la toma de decisiones de las autoridades.