Dina Núñez Abdie, es enfermera jefa del Programa Ampliado de Inmunizaciones PAI del Departamento de Amambay. Ella nos cuenta el trabajo que realizó para implementar la vacunación COVID-19 en su área.

El trabajó comenzó con la planificación de las actividades de vacunación y la elaboración de un listado general de todos los funcionarios de la región sanitaria: el personal del Ministerio de Salud,  IPS y las instituciones privadas. El registro incluía el nivel de exposición de acuerdo a los criterios definidos. Se registraron 1536 personas del departamento que incluye cuatro distritos: Pedro Juan caballero que concentra el 70% de la población, Capitán Bado, Bellavista, Zanja Pyta y se incluye Carapai.

Ese listado global se remitió al Ministerio de Salud para generar una base de datos que luego pasó a una segunda etapa en la cual ingresó a una plataforma que vuelve a filtrar según el nivel de exposición de las personas. Una tercera etapa consistió en que el personal de salud debía registrarse en la plataforma del Ministerio de Salud con sus datos personales y el establecimiento donde trabaja, señalando el lugar en donde presentaba mayor exposición. Esto último porque existen varios profesionales que trabajan en dos o tres lugares entonces si de lunes a viernes trabaja en atención primaria de la salud y los días sábados y domingos hace guardias en terapia intensiva tenía que registrarse como terapia intensiva. Otro punto que había que seleccionar es el vacunatorio de preferencia, ya que hay gente que de lunes a viernes está en Pedro Juan caballero y los sábados y domingos en Asunción. Todos los datos se registraron en concepto de declaración jurada.

Se tiene un solo vacunatorio COVID para todo el departamento; para su habilitación recibieron la visita de la dirección de regiones sanitarias y el PAI. Se contaba con un listado de requisitos a cumplir para instalar el vacunatorio. En este sentido, el principal requisito es que debe estar ubicado en el pabellón de urgencias porque es una vacuna nueva y a pesar de los estudios existe posibilidad de anafilaxia.

Apoyaron este proceso todas las autoridades departamentales y del hospital para verificar las instalaciones y determinar el lugar ideal y en 5 días realizó el acondicionamiento para acreditar el vacunatorio. Toda la gestión contó con el resguardo de las fuerzas armadas locales.

En todo ese periodo trabajaron mucho en la capacitación de las personas que van a trabajar en la inmunización. Se realizaron varias jornadas de capacitación con representantes de la O. P.S. enfocadas en los lineamientos técnicos de las vacunas como por ejemplo temperatura de almacenamiento y cadena de frío. Los funcionarios designados para la vacunación también realizaron un curso de Bioseguridad a través del INS.

Recibimos el primer lote de 70 dosis de vacunas Sputnik B el 21 de febrero de este año. Teníamos registrado en la plataforma que los compañeros de terapia intensiva y luego los de pabellón COVID ivan a recibir estas primeras vacunas. Esta vacuna es un biológico que requiere una cadena de frío de almacenamiento de -18° por lo tanto el programa de inmunizaciones se encargó de la logística. Recibimos un refrigerador especial y los sensores de temperatura que registran las 24 horas del día.

En un primer momento llegaron 70 dosis en viales de 5. Para poder abrir  un frasco se debía tener a las 5 personas presentes en el vacunatorio, ya que una vez que se descongela el frasco solo sé puede estar dos horas abierto. La vacunación se realiza previa firma de un consentimiento informado.

El primer día se vacunaron 55 personas; el segundo el resto. El trabajo finaliza cuando se carga en el sistema nominal los nombres de las personas que han sido vacunadas. En una segunda etapa se recibieron 220 dosis de Zinovac monodosis que se administraron hasta el 12 de marzo. Esto fue más rápido pero más intenso, porque se agendó a 10 personas cada 30 minutos. A la fecha se ha vacunado al 13% de la población estimada en el departamento.

La segunda dosis iniciará la próxima semana. Para ello están viendo los eventuales re agendamientos por diferentes motivos, entre ellos, compañeros enfermos de COVID.

En cuanto a la respuesta de la población vacunada la Lic. Dina comenta: La vacunación es voluntaria, sin embargo es muy bien aceptada. Se ha visto una ansiedad de parte de los profesionales porque todos quieren vacunarse y las dosis llegan en pequeños lotes.

Existe conciencia para aceptar la vacunación por parte de los profesionales de la salud del departamento.

Tiene la esperanza de que las dosis lleguen en un mayor número para inmunizar no solo a los profesionales de blanco, sino a toda la población del país