Síntesis del estudio: “Diagnóstico de la violencia laboral en el Sector Salud de Paraguay”

Por Chantal Clerc – Felipe Ruiz, Investigadores de la Fundación Nodo XXI

Introducción

La Encuesta “Diagnóstico de la violencia laboral en el Sector Salud de Paraguay” (ISP/Nodo XXI) surge debido a la gran importancia que ha adquirido el fenómeno de la violencia y el acoso en los espacios laborales. Lo anterior se debe a que son una fuente de desigualdad y estigmatización que afecta la dignidad e integridad de los trabajadores. Ello cobra especial importancia en los servicios públicos de salud, pues sus trabajadores y trabajadoras forman parte de los grupos más afectados por este fenómeno, principalmente, debido a la enorme responsabilidad que implica exponerse a situaciones críticas, a trabajar en un contexto de escasez de profesionales y recursos limitados, así como relacionarse con usuarios que se enfrentan a largas esperas para ser atendidos. A lo anterior se añade, la predominancia femenina en los servicios de salud, que según evidencia la OIT adiciona problemáticas como, la división sexual del trabajo, roles asociados a la maternidad, minimización de sus laborales, machismo, efectos de la violencia intrafamiliar en el desempeño laboral, entre otros elementos.

Debido a estas problemáticas, los sindicatos han debido luchar continuamente por la demanda de instrumentos que permitan combatir la violencia laboral. En la actualidad, se sostiene la urgencia de ratificar el Convenio N°190 de la Organiación Internacional del Trabajo OIT, que proporciona estándares universales que permitan garantizar un entorno de trabajo libre de violencia.

Caracterización de la encuesta y resultados principales

Para la obtención de los resultados que se presentarán a continuación, se encuestó durante 2021 a un total de 744 profesionales afiliados a la Asociación Paraguaya de Enfermería (APE), así como a personal administrativo. Un 87,1% fueron mujeres y un 12,6% hombres, al tiempo que un 85,5% son licenciados en enfermería, un 7,4% técnicos en enfermería, un 4,3% personal administrativo y un 2,8% auxiliares de enfermería. El instrumento consistió en un cuestionario digital auto aplicado, distribuido por la ISP y APE.

Condiciones laborales

El primer aspecto considerado fue el tipo de vínculo laboral que los trabajadores mantienen con su empleador. Si bien, se observó que la mayoría trabaja en modalidad “planta permanente” o con “contrato con renovación anual” (43% y 33% respectivamente), un porcentaje importante trabaja con “contrato temporal” (24%). Este creciente régimen preocupa a los sindicalistas pues contribuye a precarizar la labor de los enfermeros al no permitirles acumular años de antigüedad. Al distinguir por género, se evidenció que las mujeres concentran a una mayor proporción de las trabajadoras bajo dicha modalidad.

Un segundo aspecto preocupante es el pluriempleo. La mayoría relativa (51%) de los enfermeros declararon haber trabajado en más de un empleo durante el año 2021. Esta situación es alarmante pues repercute en el desgaste físico y mental de los y las trabajadoras, además de impactar negativamente en la participación sindical.

Un tercer aspecto es la flexibilidad en las jornadas laborales. La evidencia demostró que cerca de un 59% trabajan horas extras a las establecidas en sus turnos. Esta alta flexibilidad en el horario laboral se torna especialmente preocupante bajo la existencia de irregularidades en los pagos de horas extraordinarias y de falta de diferenciación según horario.

Finalmente, se indagó en los cambios producidos en la organización del trabajo tras el inicio de la pandemia de COVID-19. En este sentido, cerca de un 74% de los trabajadores consideran que aumentó la velocidad y cantidad de trabajo. Asimismo, un 56% señaló que los tiempos de descanso disminuyeron. Esta realidad deja en evidencia la intensificación del empleo, lo que podría repercutir de manera perniciosa en su salud física y/o mental.

Violencia en el espacio del trabajo

Un aspecto fundamental para caracterizar la violencia laboral en el sector salud son las expresiones de violencia experimentadas por los trabajadores de la salud. Los resultados mostraron que la violencia psicológica es la más recurrente (49% de los casos), pero también tienen una alta prevalencia las amenazas de despido (18%), acoso laboral (16%), agresión física y violencia de carácter sexual (15%). Al explorar en la variable género, se observó una alta exposición de las mujeres en las distintas formas de violencia laboral (psicológica, física, sexual, acoso, amenazas de despido, sexismo) concentrando cerca del 80% del total de situaciones de violencia y acoso.

En cuanto a los autores de las distintas expresiones de violencia laboral, se observaron dos direcciones: aquellas de origen externo que son perpetradas mayoritariamente por pacientes y/o familiares, como agresiones físicas (76%), psicológicas (56%), agresión sexual (48%) y hostigamientos sexuales (39%), y aquellas de origen interno, como acoso laboral ejercido principalmente por jefes o compañeros de trabajo (24% y 34% respectivamente), amenazas de despido por parte de las jefaturas (54%) y comentarios sexistas por parte de compañeros de trabajo (47%). Además, las mujeres fueron señaladas como perpetradoras principalmente de violencia psicológica (54%) y amenazas de despido (59%) y los hombres como autores de agresiones físicas (51%), acoso laboral (52%), hostigamiento sexual (71%), agresión sexual (63%) y comentarios sexistas (68%).

Violencia doméstica

Se indagó también, en las formas de violencia experimentadas en el hogar, debido a la elevada proporción de mujeres en el ejercicio de la enfermería y a la evidencia que demuestra sus repercusiones en el ejercicio laboral. Se observó que las agresiones psicológicas son las más recurrentes (20%), pero también se encontraron importantes cifras de violencia económica (9%), física (6%) y sexual (2%). Se constató una alta exposición de mujeres a estas agresiones, superando el 80% del total de personas agredidas en cada una de las expresiones de violencia. En cuanto al autor, suele ser el cónyuge o pareja, alcanzando el 45% en agresiones psicológicas, cerca del 55% en agresiones físicas y violencia económica y 82% en agresiones sexuales.

Desigualdad de género en el trabajo

La desigualdad de género también se consideró como un elemento predictor de violencia laboral. Como se observó, un 24% de las mujeres señaló haber experimentado desigualdad en el trato debido a su género. En específico, se indagó en la influencia del género en la designación de cargos, encontrando que cerca de un 17% de los profesionales de la enfermería considera que sí influye, y en la exclusión de espacios de reunión laboral y social, evidenciado que un 12% sostiene haber sufrido exclusión debido a su género.

Prevención y protección

En un siguiente apartado, se indagó en las medidas de prevención y protección frente a la violencia laboral. En cuanto a la existencia de políticas y programas de prevención, un 48% menciona que no existen, al tiempo que un 30% lo desconoce. En lo relativo a la existencia de canales de denuncia, un 45% señaló que no existen y un 30% lo desconoce. Ahora bien, entre quienes mencionaron que sí existen canales de denuncia (25%), un 49% señaló que son medianamente efectivos y un 28% poco efectivos. En este sentido, se observó tanto una escasez de instancias de prevención y protección, como un desconocimiento general sobre la materia.

Organización sindical

Finalmente, se indagó en la percepción que tienen los enfermeros acerca del interés que tiene la organización sindical a la que se encuentran afiliados sobre las situaciones de violencia en los lugares de trabajo, obteniendo una respuesta afirmativa en el 57% de los casos. Del mismo modo, se preguntó sobre la percepción de la desigualdad de género al interior del sindicato, donde un 79% de los encuestados negaron la existencia de desigualdad. En definitiva, se observó una preocupación por las temáticas de violencia en las organizaciones sindicales, así como una coherencia con las temáticas de género, sin embargo, esto debe matizarse, pues también, se señala que habría una baja efectividad en los mecanismos de prevención y protección, así como escasa difusión e información sobre estas materias que llega a las y los socios.

Conclusión

Este estudio, encabezado por la Secretaría Regional del Cono Sur de la Internacional de Servicios Públicos y la Fundación Nodo, constituye un diagnóstico pionero en lo que a violencia laboral en el sector salud del Paraguay respecta. Los resultados permiten afirmar la necesidad de un trabajo sindical decidido, en al menos tres dimensiones.

Primero, empujar la regulación efectiva de las condiciones de empleo y trabajo en el sector, para disminuir la incidencia de situaciones de precariedad contractual, pluriempleo o aumentos discrecionales de la carga de trabajo. Segundo, llevar adelante campañas de visibilización y prevención de las diferentes expresiones de violencia laboral, con una fuerte perspectiva de género, en la medida que las mujeres son quienes relativamente experimentan con mayor intensidad este tipo de situaciones. Asimismo, resulta prioritario construir mecanismos de denuncia y protección frente a situaciones de violencia laboral y doméstica.

Finalmente, desarrollar instancias de capacitación a nivel de las principales dirigencias del sector para así estimular la divulgación de esta agenda en las organizaciones de base, aumentando las capacidades colectivas para identificar y prevenir este tipo de fenómenos, así como las instancias para brindar protección a quienes las experimentan.

 

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