El problema de la falta de recursos, los presupuestos ajustados y las incesantes demandas de atención son el punto de partida para una estrategia muy conocida en nuestro medio a la cual llamamos técnicamente autogestión. Esta realidad se vive de igual forma tanto en la atención primaria de la salud como en el tercer nivel de atención. Para conocer cómo se trabaja cuando nos hace falta algo, conversamos con cuatro profesionales de enfermería de diferentes instituciones.
En el norte del país una de las tantas gestiones se realizó con la finalidad de conseguir combustible para que las brigadas del Programa Ampliado de Inmunizaciones salieran a recorrer los barrios y alcanzaran los indicadores a nivel regional y nacional. Los principales responsables de la autogestión son los jefes de enfermería quienes cuentan con el apoyo de los gerentes y del equipo técnico local. En una actividad puntual se solicitó apoyo a las empresas de la región para que formen parte de los logros del sistema de salud. Se presentó una propuesta para que pudieran colaborar con efectivo o con vales de combustible para motocicletas las cuales serían utilizadas en la campaña de prevención del sarampión, papera y rubéola así como de otras 15 enfermedades prevenibles por vacunas.
Luego de insistentes llamadas la respuesta fue positiva y finalmente se logró que una empresa donara la totalidad de lo que se había solicitado. El siguiente paso consistió en concretar la recepción de lo donado, lo cual se confirmó vía telefónica. Al finalizar la campaña se compartieron los resultados obtenidos con la empresa que había dado su apoyo. El éxito obtenido generó mucha alegría en el equipo de salud.
Esta es solo una muestra de las constantes actividades que se realizan en esta localidad para alcanzar metas en el sistema ministerial, entre otras cosas se consiguen insumos de oficinas, equipos biomédicos, recursos materiales y es un hecho que sin estas gestiones el logro de los objetivos sería muy difícil de cumplir.
A pesar del éxito de las intervenciones, los funcionarios y funcionarias piensan que estas acciones quitan valor a la profesión ya que se considera inadmisible que deban recurrir a ellas para conseguir materiales y/o insumos. Es casi normal que desde la definición de la los planes del Ministerio ya se deban enfocar en la autogestión para lograr los objetivos. En ese sentido los gerentes ya saben qué dificultades van a tener para llevarlas a cabo y culminar de forma exitosa. Por esta razón, muchas de las acciones que se realizan en la gerencia de enfermería se enfocan en conseguir lo necesario a través de la autogestión.
A partir de estas experiencias se han generado alianzas con instituciones públicas y privadas que apoyan al sistema de salud a nivel local. Sin la autogestión no se lograría ni el 50% de las metas en el área asistencial y comunitaria.
A nivel central también se realizan este tipo de actividades y el motivo principal es brindar herramientas que ayuden al buen desempeño del plantel de enfermería y a su vez ofrezcan seguridad a los pacientes que acuden a la institución. A través de estas gestiones se ha conseguido comprar jabón líquido para baño de pacientes, telas para la confección de sábanas, reparación de sillas de ruedas y camillas. También se han comprado 14 esfigmomanómetros digitales, 8 saturómetros digitales, 20 bandejas acero inoxidable y un equipo para sellar bolsas de plástico.
En este caso, la actividad principal para recaudar fondos es la preparación y venta de comida; el trabajo de logística está a cargo de la jefatura del departamento, luego la distribución y la venta se realizan con la ayuda de los jefes de servicio.
En cuanto a la organización, antes de cada actividad se enumeran las necesidades urgentes y en base al resultado se busca presupuesto. Una vez obtenido el presupuesto se calcula la cantidad de platos que se deben vender para llegar al objetivo y posterior a eso se realiza la distribución de cantidad a vender a cada jefe de servicio. En todas las actividades realizadas se llegó al objetivo.
Para el plantel de enfermería, la autogestión es una constante por la necesidad que surge día a día. No obstante, los profesionales afirman que no es su responsabilidad dar respuesta a las necesidades que debería estar en mano del estado, pero tampoco pueden dejar de hacerlo. Refieren que el comité conformado para la elaboración del presupuesto anual del Ministerio de Salud también debe estar integrado por profesionales de enfermería con funciones asistenciales, puesto que las autoridades no tienen en cuenta las necesidades básicas de las instituciones.
En otro escenario, esta vez de atención primaria a la salud APS, un profesional de enfermería de afirma que la finalidad de la autogestión en muchos de casos fue la necesidad de artículos de uso diario. Ante esto optaron por la autogestión y encontraron que hubo una alta participación de todos los miembros del equipo de salud, incluso los administrativos, como así también algunos miembros activos de la comunidad. Las actividades incluyen colaboración de artículos o dinero para costear la compra de lo que haga falta. En general consiguen lo que necesitan cuando se trata de cosas básicas y de bajo costo, pero otros con un costo más elevado ya se dificulta bastante y en ese caso hacen el pedido a instituciones públicas o privadas quienes muchas veces colaboran en carácter de donación.
En APS, la autogestión es una actividad constante y constituye un medio efectivo para subsanar carencias que aparecen muchas veces. En esta dinámica de trabajo, el personal de salud juega un papel preponderante a la hora de llevar a cabo estas intervenciones, porque es el que conoce las necesidades más imperantes a ser resueltas. En resumen, la autogestión es una herramienta útil, pero su buen funcionamiento depende del compromiso del equipo y de su colaboración constante.
En los hospitales especializados también se practica esta iniciativa; en un servicio de este nivel de atención la finalidad es comprar cosas básicas como jabón, peine, pañales. Algunas veces, hasta el pasaje para que los pacientes puedan retornar a su casa sacan de un fondo que tienen las enfermeras y los enfermeros. Ahora tienen pensado trabajar para comprar un microondas y una jarra eléctrica.
En cuanto a la organización, trabajan por turnos. Por ejemplo, el turno tarde de enfermería, fisioterapia, nutrición cocina y limpieza se organiza en actividades más puntuales para vender chipa con cocido o asados. Siempre consiguen lo que necesitan e incluso sobra, por eso están pensado preparar regalos para navidad. Para este grupo ejemplar la autogestión es una actividad constante en cada sala. Con mucha emoción nos cuentan que resulta muy gratificante para el corazón ver la sonrisa de los pacientes y el agradecimiento por lo poco que reciben.
En todos los grupos que pudimos contactar, la experiencia de la autogestión es siempre una iniciativa bien organizada y con resultados positivos que dejan en evidencia el compromiso de las enfermeras y los enfermeros por ofrecer un cuidado de calidad a todos nuestros compatriotas.