El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), ha reportado el Sexto Informe de Evaluación en el presente año 2022, a través del Grupo de trabajo II, sobre los impactos, riesgos y adaptación al cambio climático en las ciudades. Como resultado, mencionan que el cambio climático ha afectado negativamente a la salud física de las personas en todo el mundo. También el IPCC (2022) menciona que los extremos cálidos, incluidas las olas de calor, se han intensificado en las ciudades, donde también han agravado los eventos de contaminación del aire que impactan de manera directa en la salud de las personas. Además, para la región de América del Sur se esperan graves efectos en la salud debido al aumento de las epidemias, en particular las enfermedades transmitidas por vectores.
Un panorama difícil frente al cual se necesita una acción inmediata para disminuir los posibles impactos y adaptar los sistemas humanos expuestos al cambio climático. En esa línea, el Paraguay, en el año 2021, en cumplimiento con el Acuerdo de París, ha presentado a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUU) su actualización de la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC por sus siglas en inglés) y dentro de ella la Primera Comunicación Nacional de Adaptación ante el Cambio Climático.
A través del documento, Paraguay redefine a la adaptación como prioridad nacional y prioriza 7 sectores, de acuerdo a su importancia para el desarrollo socioeconómico, ambiental y cultural, siendo éstos: 1) Comunidades y ciudades resilientes; 2) Salud y epidemiología; 3) Ecosistemas y biodiversidad; 4) Energía; 5) Producción agropecuaria, forestal y seguridad alimentaria; 6) Recursos hídricos; y 7) Transporte.
En lo que compete al sector de Salud y Epidemiología, el mismo cuenta con cuatro objetivos al 2030 que fueron diseñados a partir de reuniones técnicas bilaterales entre el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, se detallan a continuación, donde a partir de su implementación se busca aumentar la vulnerabilidad del sector y aumentar su resiliencia ante los efectos adversos del cambio climático. Objetivos de adaptación plasmados para el sector de Salud y Epidemiología: El primer objetivo es fortalecer la capacidad de respuesta sanitaria para hacer frente a situaciones de emergencias relacionadas a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, el segundo, consolidar el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica con capacidad para generar información sobre los impactos del cambio climático en la salud humana.
El objetivo tercero contempla promover la investigación científica para el control de enfermedades transmitidas por vectores y otras enfermedades vinculadas al cambio climático y el cuarto objetivo propone instalar la capacidad de adaptación al cambio climático en el sector salud a través de acciones de sensibilización y concienciación.
De manera complementaria, los objetivos citados cuentan con acciones basadas en iniciativas identificadas a nivel nacional planificadas para su implementación o en marcha, a los cuales se los define como líneas de acción, así también, cuenta con un listado de acciones que no se encuentran planificadas pero que son necesarias para apuntalar las líneas de acción, éstos últimos identificados como brechas y necesidades.
En seguimiento a lograr la incorporación de la adaptación al cambio climático en las escalas subnacional y nacional, la Primera Comunicación de Adaptación se complementa con la actualización del Plan Nacional de Adaptación (PNACC), elaborado en 2022 y que posee un horizonte del 2022 al 2030, con una propuesta de indicadores para su seguimiento e implementación. La Primera Comunicación de Adaptación y el Plan Nacional de Adaptación, se convierte de esta manera, en documentos orientativos para llevar adelante la acción climática en Paraguay, donde cada persona, comunidad e institución (pública o privada) posee un rol fundamental para el logro del objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2°C, y de ser posible de los 1,5°C con respecto a los niveles pre-industriales; y aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático promoviendo la resiliencia al clima