UN RECORRIDO HISTÓRICO QUE REVELAR LA GRANDEZA DE LA ENFERMERÍA

Por Dra. Mirna Gallardos

mirnagallardo@yahoo.com.ar

En 1860 en Londres, Florence Nightingale daba los fundamentos para la creación de la Enfermería profesional, el concepto del cuidado de enfermería fue claramente definido por esta pionera como ciencia y arte, sus relevantes aportes se basaron en una investigación cuidadosa, lo que la convirtió en una persona significativa dentro de la historia de esta noble profesión.

Florence destacó en sus notas que: “Enfermería es cuidar y ayudar al paciente que sufre alguna enfermedad a vivir, es lograr que la salud de cualquier niño o persona sana se mantenga y no sea susceptible de enfermedad” según destaca Duran de Villalobos en sus escritos allá por 1988.

Luego de esta roca fundamental de la profesión a nivel mundial, que fue Florence, se sumaron otros grandes como Meckenna, que citado por Boemer y Sampaio en 1997 definió un concepto clave que hace a la labor de en el ejercicio de esta profesión: “Cuidar es la esencia de la práctica de enfermería”, ya que el cuidado de enfermería no debe ser comprendido como la realización de una tarea relacionada al cuidado di-recto, sino que debe ser más amplio, como una óptica multi-dimensional, abarcando dimensiones de naturaleza administrativa, educativa, investigativa y de asistencia.

En Paraguay, se inició la formación profesional en el Instituto “Dr. Andrés Barbero” con la Escuela de Visitadoras Polivalentes de Higiene, por Decreto del poder Ejecutivo N.º 12.561 del 13 de marzo de 1939 con la denominación de Escuela Polivalente de Visitadoras de Higiene; que tenía por finalidad producir un tipo combinado de servicio de visitadora sanitaria y social. Desde su inauguración, fue una dependencia del Ministerio de Salud Pública y Previsión Social, con un programa de estudio de tres años, siendo los dos primeros de Enferme-ría Hospitalaria y el tercero para la especialización en Servicio Social. Desde 1941, inicia el funcionamiento de las Escuelas Hospitalarias.

En el siglo XVIII en Paraguay la salud era deficitaria y desde el Gobierno se buscaba proteger a los más necesitados de la sociedad y fueron las enfermeras las que encontraron las mayores dificultades para alcanzar el reconocimiento profesional, constituyéndose el “Titulo de Enfermera” recién en 1941, cuando se formaron las dos primeras enfermeras profesionales: María Herminia Yelsi y Digna Maldonado de Candía, dos nombres que ya están en la historia de nacional.

Otro hecho de gran relevancia nacional, en el devenir de esta profesional fue la tragedia vivida en el Hospital de Sangre de Piribebuy, cuando las enfermeras demostraron su gran entrega y pasión por el deber del cuidado. En el amanecer del 12 de agosto de 1869, la tropa brasileña al mando del Conde d’Eu cerró todas las puertas y ventanas del hospital de esta ciudad y le prendió fuego, con los 600 heridos, médicos y enfermeras que se encontraban en su interior, en su mayoría jóvenes y niños. Fue así que la valiente enfermera, Francisca Yegros de Yegros prefirió morir inmolada a abandonar a sus pacientes, convirtiéndose en nuestra heroína e inspiradora hasta hoy.

Volviendo al recorrido histórico de la profesión en Paraguay, los datos revelan que la Sanidad Militar de las Fuerzas Arma-das de la Nación marcó el inicio de la profesionalización de la Enfermería cuando en 1917, en plena epidemia de la fiebre española en Paraguay, creó la Escuela de Enfermeros y Camilleros de la Sanidad Militar.

En 1928, ante la primera movilización, de cara a la guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia, la Cruz Roja, creó el Primer Grupo de Enfermeras que tuvieron a la Dra. Alfreda Palacios como instructora. Fue en ese entonces cuando se preparó a contingentes, para los hospitales del frente y los de la reta-guardia, instruyendo en cuatro años de gestión. Con un total de 400 señoras y señoritas, que con abnegación y espíritu de sacrificio prestaron sus servicios en los puestos sanitarios de emergencia en plena guerra.

Luego de este camino de relatos, sobre el protagonismo de esta profesión en la historia paraguaya nos remitimos a los duros años de la reciente pandemia del COVID 19 que tuvo en vilo a la humanidad recientemente, en el que los profesionales de la Enfermería nuevamente estuvieron como protagonistas, en la primera línea; cuidando, conteniendo, asistiendo y en este proceso 72 profesionales dieron la vida en servicio, en el campo de batalla.

Aunque no fue una batalla bélica como las demás, estos héroes de blanco ya quedan en la historia del Paraguay por su gran valentía, llevando en alto la entrega, heredada, de los enfermeros y enfermeras a lo largo de la historia.

En esta recapitulación de la grandeza de esta profesión, de los héroes y mártires, no podía faltar el testimonio gremial que logró jerarquizar la profesión. A finales del siglo XIX nació la primera Asociación Profesional de Enfermeras (Inglaterra). En 1899 se creó el primer Consejo Internacional de Enferme-ras con sede en Ginebra, Suiza, y a través de sus 114 Asociaciones Nacionales lleva a cabo acciones de apoyo al personal de enfermería de todo el mundo.

La Asociación Paraguaya de Enfermería (APE) creada en el año 1956, inició la tarea de trabajar en mejorar las condiciones laborales luego de un gran camino recorrido de 76 años de lucha, cuyo producto son dos legalizaciones que regulan la profesión en el país y el gran crecimiento en la formación. Tras una ardua lucha, hoy la Enfermería es visible, y tiene una participación importante en los diferentes ámbitos en el sistema de salud.

Sin embargo, hay mucho camino que recorrer, y para eso es necesario actuar con la unanimidad, y así avanzar en los diferentes ámbitos, por lo tanto, es necesario posicionar a la profesión en el lugar que corresponde. En este sentido, un avance invaluable fue el Código Deontológico del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) para la profesión de Enfermería, 2012 estableció que “Las enfermeras son clave para tener comunidades más sanas, sociedades con capacidad de reacción, Economías prósperas y naciones poderosas.

Ahora es el momento de que quienes formulan las políticas y quienes toman las decisiones tanto a nivel nacional como lo-cal den pasos decisivos para construir y optimizar una fuerza laboral de enfermería duradera, fuerte y sostenible”. El Consejo Internacional de Enfermeras, establece 10 acciones políticas: Proteger e invertir en la profesión de enfermería, abordar y mejorar urgentemente el apoyo a la salud y el bienestar de las enfermeras garantizando condiciones laborales seguras y saludables, y respetando sus derechos, promover estrategias dirigidas a contratar y retener a las enfermeras para abordar la escasez de fuerza laboral, mejorar la compensación de las enfermeras con el fin de garantizar un sueldo y beneficios jus-tos y dignos, y defender entornos positivos para la práctica.

También, desarrollar, implementar y financiar planes nacionales para la fuerza laboral de enfermería Invertir en programas formativos de alta calidad acreditados, empoderar a las enfermeras para que trabajen en todo su ámbito de práctica de la enfermería, reconocer y valorar las habilidades, conocimientos, atributos y experiencia de las enfermeras.

Igualmente, establece colaborar activa y significativamente en las asociaciones nacionales de enfermería, proteger a las poblaciones vulnerables, defender y respetar los derechos hu-manos, la igualdad de género y la justicia social y nombrar a enfermeras líderes para puestos ejecutivos en todas las organizaciones sanitarias y para la formulación de políticas gubernamentales.